Se ha vuelto un problema mirarnos a la cara incluso en nuestra propia casa, te ha pasado con tu pareja, con tus hijos e incluso tú mismo(a) cuando te entierras en el celular a leer interminables conversaciones en grupos de Whatsapp o a revisar tus redes sociales, además los emails, el estado del tiempo, el banco, revisar la agenda y todo lo que tengamos integrado en nuestros celulares y en los jóvenes adolescentes e incluso algunos niños que desde corta edad sus padres les han regalado celulares inteligentes, los ha absorbido al punto de crear una muralla o barrera entre padres e hijos dentro del mismo hogar, convirtiendo la dinámica de la familia en una triste realidad como sacada de una película de terror.
Es muy triste que nos enviemos mensajes de texto estando en la misma casa entre los miembros de la familia, olvidando la forma más antigua de comunicarnos y la más efectiva de todas que es el diálogo cara a cara y mirándonos a los ojos sin usar emoticones sino nuestra propia sonrisa y darle a nuestros seres queridos un cálido abrazo, un beso en la frente, una caricia y decirles cuanto los amamos.
La solución es sencilla, aquí les dejo mis 2 recomendaciones:
Se deben crear estructuras con reglas claras en la casa para el uso de los celulares y las tabletas, por ejemplo:
1- Durante el tiempo de compartir en la mesa para desayunar, almorzar o cenar debe ser una regla que nadie tenga los celulares a la mano, de esa forma pueden mirarse unos a otros y conversar, incluso se debe asignar un delegado para que sea el encargado de hacer cumplir dicha regla.
2- Al momento de irse a dormir los celulares no deberían entrar a las habitaciones ni de los niños ni de los padres, es una tentación a la hora de dormir ya que afecta el sueño que debe ser reparador, sobretodo para los niños que al día siguiente deben enfocarse en su colegio, la falta de sueño les quita concentración y los vuelve irritables, sin mencionar la dificultad para levantarse temprano por quedarse hasta tarde haciendo uso indebido del tiempo y del celular.
Esto le puede pasar a un adulto también, así que el mejor ejemplo debe empezar por los padres, mi recomendación para este último punto es que los padres les pidan antes de dormir los celulares a sus hijos y se los regresen la mañana siguiente al despertar, los padres pueden dejar sus celulares en el mesón de la cocina hasta el día siguiente, cualquier mensaje, email, etc, puede esperar hasta el otro día.
Estas dos sencillas recomendaciones te ayudarán mucho para recuperar el espacio perdido en tu casa a causa de los celulares.
Carlos Jaramillo
Coach Empresarial e Individual
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