Considero que el Coach hoy día se ha convertido en un personaje muy importante en los procesos de desarrollo personal, de desarrollo de consciencia, para el acompañamiento en el camino hacia el Autoreconocimiento de potenciales creativos de sus clientes.
Es la persona que en su rol profesional se ha especializado, formándose en metodologías e implementación de herramientas para procesos de cambio, logro de metas que le permita crecer al cliente como ser humano íntegro y coherente entre sus propósitos y sus resultados.
En el ejercicio del arte de ser Coach considero muy importante la entrega responsable y respetuosa en la relación con el coachee – cliente, ejerciendo sus competencias como resultado de sus propios procesos personales de auto desarrollo, demostrando aptitudes, actitudes, experiencia y conocimientos, sabiendo que no solo es importante el saber, sino también poder colocarlo en práctica sabiendo hacer, con ética sabiendo preguntar y escuchar al cliente sin juzgarlo respetándolo en sus tiempos, decisiones y procesos.
El Coach desde mi punto de vista debería partir de que el propósito con el que viene el cliente es posible; verlo desde sus metas alcanzadas para saberlo orientar desde la pregunta y su propia palabra (la del cliente) para que él vea sus potenciales para lograrlo, y lograrlo. Manifestarlo conscientemente, dándose cuenta de que él es quien tiene el poder sobre sus resultados y no los otros o los factores externos, aunque muchas veces los percibirá más como obstáculo.
El coach sabe y entiende que todos los recursos creativos y de crecimiento están en el cliente y lo que debe hacer es metodológicamente acompañarlo, a través de sus preguntas retarlo, confrontarlo, hacerlo responsable para que así se empodere y se haga consciente de sus recursos, de sus atributos para que los pueda poner en juego alcanzando sus objetivos.
El Coach es un gran observador y ve al cliente, sin juzgarlo, lo sabe leer desde su grandeza, valora en él las capacidades adquiridas en su pasado, en su “desde donde viene”, lo reconoce en sus potencialidades y aporta para que el cliente mismo se dé cuenta que es posible cumplir las metas que se ha propuesto, siendo consciente de que lo que lo separa de ellas ha sido su marco de creencias, patrones, formas de sentir y conflictos no resueltos, por lo tanto reconociéndolas y modificándolas llevándolas a otro estado de consciencia podrá fácilmente desde sus propios recursos avanzar hacia sus metas, creciendo en capacidades y logrando confort material.
En el desarrollo de las culturas y las cosmovisiones hay muchos personajes que de acuerdo con el rol social que han desempeñado se han caracterizado por servir de orientadores de los destinos de sus comunidades y por supuesto de los individuos, en sus dimensiones espiritual (Religión), la de sus relaciones entre el ser humano, su entorno y otras culturas (Política), la dimensión de los desarrollos del pensamiento y el funcionamiento de la mente (Ciencia), y por consiguiente la relación entre el hombre y su cuerpo físico es decir, la manera de ofrecerse confort material (Economía).
Estos roles y personajes entre otros han sido especialmente y para lo que nos interesa en este artículo, los Curanderos, Chamanes, Magos, Hechiceros, Astrólogos, Alquimistas, Sacerdotes, Psicólogos, Terapeutas entre otros y hoy me atrevería a decir que los “Coaches”; sí, parece extraño, considero que el papel del Coach hoy socialmente empieza a jugar un rol de muchísima responsabilidad en los procesos de toma de consciencia, si partimos de que el Coach está parado como observador cuántico desde la comprensión de que el Cliente es quien tiene sus propias respuestas, desde sus propios recursos internos, es quien elige su destino y el Coach con su responsabilidad, conocimiento y experiencia propicia un escenario, aplica unas metodologías, unas herramientas para que desde la pregunta reflexiva y movilizadora ese cliente desarrolle cada vez más su auto influencia y desarrolle su propia consciencia.
El rol que hoy día el Coach está jugando considero que es de acompañar a sus clientes a pasar de un niño interno que está resolviendo sus heridas a un adulto responsable de sí mismo, es aquí donde los invito a detenernos un poco y evaluar si como Coaches estamos asumiéndolo, en muchos de los casos, como solo una fuente de ingresos que está de moda, o desde nuestro interés en ayudar a los demás comprendemos que lo asumimos desde la responsabilidad de la participación en el camino del proceso íntimo y delicado que representa el desarrollo del ser humano autónomo que está en un crecimiento personal, alcanzando mayores niveles de confort interno y externo desarrollando nuevas capacidades compartiéndolas y construyendo nuevas relaciones sociales con su entorno de manera más consciente.
Edgar A Duque Vargas
Integral Life Coach